Volvieron los filisteos a hacer la guerra a
Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y
David se cansó. E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya
lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada
nueva, trató de matar a David; mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e
hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron,
diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no
sea que apagues la lámpara de Israel. Otra segunda guerra hubo después en Gob
contra los filisteos; entonces Sibecai husatita mató a Saf, quien era uno de
los descendientes de los gigantes. Hubo otra vez guerra en Gob contra los
filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaare-oregim de Belén, mató a Goliat
geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar. Después hubo otra
guerra en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía doce dedos
en las manos, y otros doce en los pies, veinticuatro por todos; y también era
descendiente de los gigantes. Este desafió a Israel, y lo mató Jonatán, hijo de
Simea hermano de David. Estos cuatro eran descendientes de los gigantes en Gat,
los cuales cayeron por mano de David y por mano de sus siervos. (2 Samuel 21:15-22)
Siempre
recordamos de la gran victoria que Dios dio David a Goliat. Pero David no era
el único vencedor de gigante. Encontramos que entre los valientes de David había
hombres que también eran vencedores de gigantes. Eso nos habla del líder que
David era. David no era solo un líder que juntaba gente y tenía seguidores, él
era un líder que reproducía líderes.
Eso quiere decir que él entrenaba a líderes para que ellos hagan las mismas cosas que él hacía. Él multiplicaba sus fuerzas y su trabajo por los líderes le rodeaba. Él no tenía que ser el único vencedor de gigantes, él podía confiar en los valientes que estaba a su lado para pelear y ganar las batallas.
Muchos no
crecen simplemente por su falta de confianza en las mismas personas que están a
sus lados. Cuando uno no confía en los demás y no capacita a los demás limita
su alcance porque solamente puede crecer de a uno, o sea de las personas que uno
mismo influencia. Sin embargo cuando uno comienza a reproducirse, se multiplica
la fuerza, porque en vez que haya uno hace el trabajo, hay muchos que pueden
hacer el mismo trabajo (quizás no de la misma forma pero en fin el mismo
trabajo). Si uno desea ver crecimiento en su ministerio, quiere ver su familia
involucrado en la cosas de Dios, si uno quiere que ver su trabajo secular
crecer tiene que reproducirse en los demás a través de la multiplicación.
Cuando hay
reproducción es allí cuando realmente se comienza a ver el crecimiento. Eso fue
el crecimiento que se vio en el libro de los Hechos. “Y
crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba
grandemente en Jerusalén…” (Hechos 6:7). ¿Cómo podemos a comenzar a reproducir
a nosotros mismos en las vidas de los demás?
1)
Tenemos
que enseñar lo que sabemos.
Algunos
en su orgullo quieren quedarse como los únicos que saben hacer las cosas,
quieren guardar su conocimiento, su experiencia y habilidades para siempre
quedar como más que los demás. Lo que no se dan cuenta es que siempre van a
quedar con una influencia limitada en ellos mismos. Eso es realmente una revelación
de su propia inseguridad. Sin embargo, cuando tenemos la confianza de
compartir, enseñar y desarrollar a los demás uno comienza influenciar en las
vidas que uno ni siquiera conoce, porque personas que aprendió de nosotros también
comparten con ellos y tocan sus vidas.
2) Tenemos que mejorar a nosotros mismos.
Mientras nosotros crecemos las personas
que están alrededor de nosotros crecen. Enfócate en mejorar como persona y como
líder. Mientras más nosotros crecemos, más crece el respeto de los demás hacia
nuestra persona y lo más que podemos enseñar a los demás.
3)
Tenemos
que hacer el desarrollo de los más como una prioridad.
Reproducirse en los demás no debe ser solo una de las cosas que hacemos. Tiene que ser una prioridad. ¿Por qué? Porque mientras más lideres capacitados que haya el más crecimiento va a ver. Cuando hay más líderes se multiplica las fuerzas. Hay que haber un tiempo donde se toma para invertir en las vidas de demás.
4)
Hay
que crear un ambiente de crecimiento.
Un ambiente de crecimiento es uno que se valora a las personas y se invierte en ellas para que ellos puedan desarrollar en líderes. Cuando hay un ambiente de crítica, celos, envidia y competencia es difícil que haya un ambiente propicio para la reproducción. Cuando hay un ambiente de apoyo, visión, capacitación y trabajo muchos desean acoplarse para ser parte del crecimiento.
Líderes que desarrollan seguidores[i] Líderes
que desarrollan lideres
-Necesitan ser necesitados -Quieren ser sucedidos
-Se concentran en las debilidades -Se concentran en los puntos
fuertes-Forman 20 por ciento del nivel bajo -Forman al 20 por ciento del nivel alto
-Tratan a su gente por igual para ser “justos” -Tratan a sus líderes como individuos
para causar impacto
-Pasan tiempo con los demás -Invierten tiempo en los demás.
-Crecen por adición -Crecen por multiplicación
-Solo impactan a quienes ellos tocan -Impactan a gente que está mucho más
personalmente allá de su alcance
Preguntas para
pensar:
1) ¿Estoy enseñando a los demás de mi conocimiento?
2) ¿Estoy esforzándome para mejorar a mí mismo?
3) ¿Esto haciendo el desarrollo de líderes una prioridad?
4) ¿Estoy creando un ambiente de crecimiento?
Gracias por compartir este tesoro pastor muchas bendiciones y siga adelante !!!
ResponderEliminarSaludos desde Chile
Paulo Ocampo
Gracias Hno. Paulo de Chile! Le aprecio mucho...me alegra que haya sido de bendicion.
EliminarRealmente uma perola Pr.Joseph Bir dou graças ao nosso Deus por o conhecimento que tens dado aos nossos lideres em todas as nações.
ResponderEliminarBendicions desde Brasil.
Verdaderamente una perla Pr.Joseph Bir doe gracias a nuestro Dios por el conocimiento que ha dado a nuestros líderes en todas las naciones.
Bendiciones de Brasil.
Muchas gracias por tu mensaje...me alegra que estan leyendo en Brasil! Muchas bendiciones. Joey Bir
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