Pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8)
De cierto, de cierto os digo: El que en mí
cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo
voy al Padre. (Juan 14:12)
El
crecimiento ocurre cuando hay una reproducción de líderes. Sin embargo hay
muchas veces impedimentos en el camino que impiden que la reproducción de líderes
ocurra. Usualmente es la falta de confianza e inseguridad propia que impide a
los líderes lograr el objetivo.
Vemos
que Jesucristo otorgó la autoridad a los apóstoles y a la Iglesia para predicar
el evangelio a todo el mundo. Si no fuera por eso ninguno de nosotros hubiéramos
conocido el mensaje de Jesucristo. Vemos que Jesucristo preparó, capacitó y
envió a sus discípulos. Jesús no se quedó como el único predicador y maestro, sino
que Él expandió el Reino de Dios por medio de sus discípulos. Para que el
crecimiento ocurra no es suficiente levantar a líderes, sino es necesario
darles la confianza y la autoridad y el apoyo para hacer el trabajo.
Vemos también
esto fue el método de Pablo para hacer alcanzar el evangelio a los gentiles y
hacer recorrer el mensaje de Jesucristo al mundo entero. Vemos como otorgó
Pablo autoridad a su hijo espiritual Timoteo: “Y si llega Timoteo, mirad que
esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como
yo” (1 Corintios 16:10). Pablo envió a Timoteo e instruyó a los Corintios para recibirle como a él mismo
porque Timoteo hacía el trabajo así como él.
Pablo
dijo a Timoteo: “Lo que
has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean
idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2). Pablo le instruyo a Timoteo
para hacer como él hacia: encargar
a hombres fieles y capaces para hacer el trabajo del ministerio. Eso hace que
Pablo que no solo un líder, pero un líder de un líder de líderes porque Timoteo
era un líder de líderes y Pablo era su líder. Mientras más se capacita más líderes
más crecimiento habrá, pero para que ocurra es hay que entregar el poder a
otros para hacer el trabajo.
Hay tres impedimentos que usualmente hace
que impide a uno para confiar el poder en otros[i] :
1) El deseo de seguridad
El deseo de seguridad es un impedimento
porque uno tiene temor de perder lo que ha alcanzado. Cuando uno es inseguro
mira a las personas con capacidad alrededor de uno como rivales que puedan
tomar su lugar y no como aliados que pueden ayudarles. Uno no quiere que otro
haga el trabajo porque capaz otro va a recibir el crédito por haberlo hecho
bien. Uno tiene que entender que aunque otro puede recibir el crédito por un
trabajo bien hecho en el momento, en el fin si uno sigue levantando líderes,
las personas sabrán quien tuvo la influencia en sus vidas. A demás de eso es más
importante que se logre el crecimiento que recibir todo el crédito. Cuanto más
trabajo podemos entrenar a otros para hacer y entregar lo más rápido que vamos
a ver el crecimiento.
2) Resistencia al cambio
Por naturaleza las personas resisten al
cambio. Pero sin cambio es imposible que haya crecimiento. Cuando no queremos
cambiar las cosas que no están funcionando nos estancamos y no podemos crecer. Algunos
no quieren aceptar eso. No tenemos que tener cambio para cambio en sí, pero
tenemos que hacer cambios que producen crecimiento. Muchos están acostumbrados
hacer un trabajo y no quieren pasar por la molestia de entrenar y entregar a
otro, pero si no se hace el cambio no habrá crecimiento porque siempre las
mismas personas hacen las mismas cosas y no una organización no puede subir de
nivel. A veces uno piensa como nadie
puede hacer el trabajo como uno hace mejor que no lo haga nadie. Esa actitud
impide el crecimiento. Tenemos que ser agentes de cambio positivos para ver mejoría.
Hay que entrenar a los demás para aceptar el cambio y producirlo.
3) Falta de autoestima
Muchos por la falta de autoestima no confían
en los demás. Todo se enfoca en ellos: como ellos se ven, lo que los demás
piensan, de cómo van a quedar. Las personas de baja auto estima realmente tiene
miedo que otro va a ser mejor que uno. No quieren que otro sea igual o mejor
que ellos. Sin embargo cuando uno tiene seguridad, cree en sí mismo, cree en la
visión y en su gente. No tiene problema dar el crédito ni lugar al que se
merece. Siempre su visión es mejorar y levantar a las personas que están alrededor
de uno. Cuando uno está haciendo algo grande uno sabe que la visión es más
grande que uno mismo y que uno no lo puede lograr sin la ayuda de los demás. Hay
que tener la confianza y la visión para dar el poder a los demás para causar un
impacto.
Preguntas para
pensar:
1) ¿Mi deseo de seguridad en una posición me
impide a dar confianza a los demás?
2) ¿Resisto el cambio?
3) ¿No quiero entregar trabajo a los demás?
4) ¿Mi falta de autoestima me pide a creer en
los demás?
[i]
Las 21 Leyes Irrefutables del liderazgo, pg.
184-186, John Maxwell, 2006, Grupo Nelson, E.U.A.
AMEN !!!!!!!!!!! ESO ES VERDAD PASTOR , HAY QUE DEJAR DE SER EL CENTRO DE TODO!!.........Y DE LA MANERA EN QUE JESÚS CONFÍA EN NOSOTROS TAMBIÉN NOSOTROS CONFIAR EN LOS DEMÁS Y DEJAR QUE LOS DEMÁS CREZCAN Y NOSOTROS MENGUAR,NO DEBEMOS OLVIDAR QUE SOMOS UN SOLO CUERPO :) BENDICIONES Y GRACIAS
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