miércoles, 13 de marzo de 2013

La Reproducción se Produce por Entregar el Poder

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. (Hechos 1:8)
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. (Juan 14:12)
El crecimiento ocurre cuando hay una reproducción de líderes. Sin embargo hay muchas veces impedimentos en el camino que impiden que la reproducción de líderes ocurra. Usualmente es la falta de confianza e inseguridad propia que impide a los líderes lograr el objetivo.
Vemos que Jesucristo otorgó la autoridad a los apóstoles y a la Iglesia para predicar el evangelio a todo el mundo. Si no fuera por eso ninguno de nosotros hubiéramos conocido el mensaje de Jesucristo. Vemos que Jesucristo preparó, capacitó y envió a sus discípulos. Jesús no se quedó como el único predicador y maestro, sino que Él expandió el Reino de Dios por medio de sus discípulos. Para que el crecimiento ocurra no es suficiente levantar a líderes, sino es necesario darles la confianza y la autoridad y el apoyo para hacer el trabajo.    
Vemos también esto fue el método de Pablo para hacer alcanzar el evangelio a los gentiles y hacer recorrer el mensaje de Jesucristo al mundo entero. Vemos como otorgó Pablo autoridad a su hijo espiritual Timoteo: “Y si llega Timoteo, mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor así como yo” (1 Corintios 16:10). Pablo envió a Timoteo e instruyó a los Corintios para recibirle como a él mismo porque Timoteo hacía el trabajo así como él.  
Pablo dijo a Timoteo: Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (2 Timoteo 2:2). Pablo le instruyo a Timoteo para hacer como él hacia: encargar a hombres fieles y capaces para hacer el trabajo del ministerio. Eso hace que Pablo que no solo un líder, pero un líder de un líder de líderes porque Timoteo era un líder de líderes y Pablo era su líder. Mientras más se capacita más líderes más crecimiento habrá, pero para que ocurra es hay que entregar el poder a otros para hacer el trabajo.   
Hay tres impedimentos que usualmente hace que impide a uno para confiar el poder en otros[i] :
1)       El deseo de seguridad
El deseo de seguridad es un impedimento porque uno tiene temor de perder lo que ha alcanzado. Cuando uno es inseguro mira a las personas con capacidad alrededor de uno como rivales que puedan tomar su lugar y no como aliados que pueden ayudarles. Uno no quiere que otro haga el trabajo porque capaz otro va a recibir el crédito por haberlo hecho bien. Uno tiene que entender que aunque otro puede recibir el crédito por un trabajo bien hecho en el momento, en el fin si uno sigue levantando líderes, las personas sabrán quien tuvo la influencia en sus vidas. A demás de eso es más importante que se logre el crecimiento que recibir todo el crédito. Cuanto más trabajo podemos entrenar a otros para hacer y entregar lo más rápido que vamos a ver el crecimiento.    
2)       Resistencia al cambio
Por naturaleza las personas resisten al cambio. Pero sin cambio es imposible que haya crecimiento. Cuando no queremos cambiar las cosas que no están funcionando nos estancamos y no podemos crecer. Algunos no quieren aceptar eso. No tenemos que tener cambio para cambio en sí, pero tenemos que hacer cambios que producen crecimiento. Muchos están acostumbrados hacer un trabajo y no quieren pasar por la molestia de entrenar y entregar a otro, pero si no se hace el cambio no habrá crecimiento porque siempre las mismas personas hacen las mismas cosas y no una organización no puede subir de nivel.  A veces uno piensa como nadie puede hacer el trabajo como uno hace mejor que no lo haga nadie. Esa actitud impide el crecimiento. Tenemos que ser agentes de cambio positivos para ver mejoría. Hay que entrenar a los demás para aceptar el cambio y producirlo.
3)       Falta de autoestima
Muchos por la falta de autoestima no confían en los demás. Todo se enfoca en ellos: como ellos se ven, lo que los demás piensan, de cómo van a quedar. Las personas de baja auto estima realmente tiene miedo que otro va a ser mejor que uno. No quieren que otro sea igual o mejor que ellos. Sin embargo cuando uno tiene seguridad, cree en sí mismo, cree en la visión y en su gente. No tiene problema dar el crédito ni lugar al que se merece. Siempre su visión es mejorar y levantar a las personas que están alrededor de uno. Cuando uno está haciendo algo grande uno sabe que la visión es más grande que uno mismo y que uno no lo puede lograr sin la ayuda de los demás. Hay que tener la confianza y la visión para dar el poder a los demás para causar un impacto.   
Preguntas para pensar:
1)      ¿Mi deseo de seguridad en una posición me impide a dar confianza a los demás?
2)      ¿Resisto el cambio?
3)      ¿No quiero entregar trabajo a los demás?
4)      ¿Mi falta de autoestima me pide a creer en los demás?

[i] Las 21 Leyes Irrefutables del liderazgo, pg. 184-186, John Maxwell, 2006, Grupo Nelson, E.U.A.

1 comentario:

  1. AMEN !!!!!!!!!!! ESO ES VERDAD PASTOR , HAY QUE DEJAR DE SER EL CENTRO DE TODO!!.........Y DE LA MANERA EN QUE JESÚS CONFÍA EN NOSOTROS TAMBIÉN NOSOTROS CONFIAR EN LOS DEMÁS Y DEJAR QUE LOS DEMÁS CREZCAN Y NOSOTROS MENGUAR,NO DEBEMOS OLVIDAR QUE SOMOS UN SOLO CUERPO :) BENDICIONES Y GRACIAS

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