Y subí de noche por el torrente y observé el
muro, y di la vuelta y entré por la puerta del Valle, y me volví. Y no sabían
los oficiales a dónde yo había ido, ni qué había hecho; ni hasta entonces lo
había declarado yo a los judíos y sacerdotes, ni a los nobles y oficiales, ni a
los demás que hacían la obra. Les dije, pues: Vosotros veis el mal en que
estamos, que Jerusalén está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego;
venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio.
Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y
asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y
edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien. (Nehemías 2:15-18)
Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva
de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron,
vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que
estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue
hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres. (1 Samuel
22:1-2)
La
motivación es tan importante en nuestras vidas, trabajo y ministerio. Sin
motivación no se logra los resultados deseados. Con la motivación correcta
vemos resultados que aun jamás se esperaba. Vemos a Nehemías yendo a una
situación deprimente y agobiante; los murros derribados y quemados de la ciudad de Jerusalén. Fue el
escuchar del estado de Jerusalén que le motivo a Nehemías volver y reconstruir
los murros. Después de observar la situación Nehemías pudo motivar a la gente
para comenzar la reconstrucción de los murros. Nehemías no solo motivo para
iniciar el proyecto pero siguió motivando la gente, aun en medio de mucha
oposición hasta culminar el trabajo.
Vemos a David siendo perseguido
por su vida por Saúl escondiendo en la cueva de Adulam. Allí comenzaron a
juntar personas que estaban afligidas, endeudadas, y aun los que estaban amargados
de espíritu. Sin embargo, David supo motivar este grupo de hombres hasta formar
un ejército que fue sin precedente. Es de este grupo de hombres que se formó
los afamados “valientes de David”. Esto solo puede ocurrir cuando personas son
motivadas para ser más de lo que ellos son. La motivación cambia las cosas. Aun
un líder tiene el potencial de cambiar las vidas de personas a su alrededor si
puede darles motivación positiva.
Líderes que van a desarrollar su
visión tienen que ser motivados y tienen que motivar a las personas que los
rodea. Los que no están motivados no trabajan. La habilidad de motivar a las
personas, incluyendo a uno mismo, es un factor importante a lograr el éxito.
Una persona que puede motivar a sí mismo y motivar a los demás así como
Nehemías y David pueden tomar un situación perdedora y cambiar lo en un gran
éxito. Personas que son motivadas saben lo que están buscando. Ellos tienen una
visión y ellos transmiten esa visión a los demás. Ellos no solo puede ver las cosas
como son pero pueden ver como pueden y tienen que ser. Eso es también el factor
que le mantiene motivado y motivando a la gente aun cuando hay obstáculos que
impiden lograr el objetivo. Vemos claramente en el caso de Nehemías aun
enfrentando la oposición y amenazas de Sanbalat y Tobias y encontrándose con el
cansancio y desanimo de los edificadores él siguió motivando hasta lograr el
objetivo. ¿Por qué hay personas que
tienen motivación y otras que no? ¿Cómo podemos desarrollar nuestra habilidad
de ser un motivador?
Los siguientes puntos nos ayudarán
entender y utilizar la motivación para lograr el éxito:
1) La motivación no es un sentimiento
es una decisión
El problema con muchos es que ven a la motivación como una emoción. Aunque es cierto que la motivación estimula las emociones, la motivación verdadera es una decisión. Algunos “se le va motivación”, en otras palabras, ellos pierden las ganas. Cuando tiene ganas están “motivados”, cuando no tienen ganas “no están motivados”. Eso es porque se guían por sus sentimientos y no por una visión. Cuando uno está realmente motivado, no se guía por sus sentimientos sino está decidido en realizar su meta. Se motivado. Tome la decisión.
2) La motivación comienza con el nosotros
Si vamos a poder motivar a los demás nosotros tenemos que ser motivados. La motivación se transmite. Si nosotros no somos motivados no podemos transmitirlo a lo demás. Nuestro enfoque nos mantiene motivados. Tenemos que examinar nuestra vida y preguntar a nosotros mismos si estamos estancados, si hemos perdido nuestro enfoque o si estamos siguiendo con motivación. La motivación nos llevara a la disciplina y la disciplina y determinación nos llevara a ver resultados. Cuando personas ven líderes motivados, ellos mismos se contagian con esa misma motivación. La motivación de los demás tiene que comenzar en nosotros.
3) La motivación es alimentado por la visión
Si no tenemos una visión es muy difícil que podamos seguir motivados y que podamos motivar a los demás. Hay que mantener la visión delante de la gente. Algunos ni siquiera saben porque hacen lo que hacen. Eso es el trabajo del líder. Siempre tenemos que enfocar en la visión. Tenemos que hacer recordar de la visión. Tenemos que alinear nuestras acciones con la visión. Eso es lo que nos mantiene motivado. Las personas cuando se convencen que lo que están haciendo realmente hace una diferencia tienen una motivación diferente.
4) La motivación es lo que mantiene el progreso
La motivación no se algo que hacemos una vez, es necesario que sea parte del proceso. Para iniciar una visión tenemos que motivar a las personas, inspirarles a que ellos se hagan parte de la visión. Dificultades siempre van a ver. En realidad no es que “puede ser que haya obstáculos” es “cuando van a ocurrir los obstáculos”. Hay cosas que desaniman a la gente, es allí donde entra la motivación. Para vencer los obstáculos tenemos que seguir motivando a las personas y seguir enfocando a ellos en la visión. También tenemos que motivar a nosotros mismos. La motivación es clave del comienzo y el terminar un proceso para lograr un objetivo. Hay que seguir motivados y seguir motivando.
Preguntas para pensar:
1) ¿Mi motivación es determinado por
mi sentimiento o mi decisión?
2)¿Estoy yo motivado? ¿Motivo a los
demás?
3)¿Alimento la motivación con la
visión?
4) ¿Mantengo la motivación a través
del proceso?
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