miércoles, 2 de enero de 2013

Sin el Carácter Nada Mas Importa

No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Lucas 6:43-45)
En nuestra vida personal, nuestra vida espiritual y nuestro ministerio podemos tener mucho potencial, muchas habilidades y talentos pero sin el carácter nada de eso importa. No podemos esconder para siempre lo que somos. Nuestros pensamientos y acciones algún día nos van a alcanzar. Sacamos afuera lo que tenemos adentro y lo que está adentro se revela. Cuando uno tiene una personalidad que atrae gente o habilidad natural es fácil poder depender en eso en vez de ser real. Uno puede engañar a las personas, uno puede engañar a uno mismo, pero no puede engañar a todos por siempre. Abraham Lincoln dijo: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

 Podemos poner un mascara y crear una imagen de quienes somos pero finalmente todo va a caer sobre nuestro verdadero carácter: ¿Quién soy yo? Si uno tiene problemas de integridad, de honestidad o de moralidad está en un camino destinado a fracasar tarde o temprano. Nuestras relaciones se construyen sobre la base de la confianza: sea de la familia, en el trabajo y en el ministerio. Tenemos que rehusar ser dos diferentes personas. Tenemos que trabajar en nuestras vidas para ser personas reales y sinceros porque sin eso nada más importa, solo estamos viviendo una mentira.

Aquí hay algunos puntos importantes para considerar acerca de nuestro carácter[i]:

1)      Las personas siempre están observando lo que Usted hace

Nosotros podemos hablar y dar los discursos que queremos, pero la realidad es que las personas que influimos hacen lo que ellos ven en nosotros, especialmente cuando somos líderes. Los hijos hacen generalmente lo que ellos ven en sus padres. Es lo mismo cuando uno es un líder. Si nosotros llegamos tarde, las personas llegan tarde. Cuando nosotros no oramos, las personas no oran. Si nosotros tomamos privilegios otros también toman privilegios, porque ellos miran lo que nosotros hacemos. La mejor motivación para personas es cuando ellos ven a sus líderes dando lo mejor de ellos.

 Si nos falta carácter va a llevar a las personas a la desilusión. Hay personas que dicen que no les importa lo que la gente dice o lo que piensan. Eso es un grave error. Algunos piensan que ellos están encima de ser cuestionados, eso es erróneo. Todos tenemos que rendir cuenta por lo que nosotros hacemos y decimos aun delante de las personas que están abajo nuestra autoridad. Ninguno esté exento de hacer lo correcto.

2)      Es más fácil enseñar lo que es correcto que hacer lo que es correcto

 Norman Vincent Peale dijo: “No hay nada más confuso que las personas que dan un buen consejo pero dan un mal ejemplo”. Si nuestras vidas no refleja lo que nosotros enseñamos estamos construyendo nuestra vida sobre la arena, en cualquier momento puede caer. Es muy fácil enseñar lo que no vivimos. Es mucho más difícil vivir una vida de integridad y ser consistente en lo que decimos y hacemos. No se hace eso por accidente o casualmente, tenemos que trabajar y examinar nuestra vida y palabras para alinear las dos cosas para que seamos realmente una persona de carácter. Los hijos se cansan de padres que no padres dicen: “Haga lo que digo, no lo que hago”, están realmente buscando un ejemplo para seguir. Las personas también están cansado de líderes que no viven lo que ellos predican. Gente están buscando a verdaderos líderes que lideran con el ejemplo. Tenemos que mostrar lo que somos en vez de solo decirlo.    

3)      Debemos esforzarnos en cambiarnos a nosotros mismos antes de intentar mejorar a los demás

No debemos intentar de cambiar a los demás sin primero cambiar a nosotros mismos. Tenemos que esforzarnos para ser los primeros. Tenemos la responsabilidad de ser los ejemplos. Cuando no mismo seguimos nuestras propias palabras hay una confusión en las personas que nos rodean. Cuando cambiamos a nosotros mismos nos da la autoridad moral que nos ayuda a enseñar por ejemplo a los demás. Cuando caemos en la hipocresía debilitamos a nuestra credibilidad y todo lo bueno que hemos hecho comienza a perder valor.  

4)      El regalo más valioso que un líder le puede dar a los demás es un buen ejemplo

 Lo que un líder vive es lo que impacta la vida de los demás. El ejemplo que buenos líderes dan hace una diferencia en las vidas de personas todas sus vidas. También lastimosamente hay muchos que ha dejado cicatrices por los malos ejemplos que han dado. Los padres tienen que pensar en el impacto que ellos van a dejar en la vida de los demás. Tenemos la oportunidad de cambiar vidas por esfuerzo y buen ejemplo. Sin el carácter nada más importa, es solo un paseo temporal que está destinado al fracaso.  Con el carácter tenemos el poder de tener un impacto duradero en las vidas de los demás. Seamos gente de carácter.   

 Preguntas para pensar:

1)      ¿Que observan las personas de mi vida?
2)      ¿Concuerda lo que digo con lo que hago?
3)      ¿Estoy dando un ejemplo que va a impactar en los demás?

[i]Los siguientes puntos fueron sacados del libro: Desarrolle el líder que está en usted, pg. 199-204, John Maxwell, Grupo Nelson, 2007, Editorial Caribe 1996.
 

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