No es buen árbol el que da malos frutos, ni
árbol malo el que da buen fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues
no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El
hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo,
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla
la boca. (Lucas 6:43-45)
En
nuestra vida personal, nuestra vida espiritual y nuestro ministerio podemos
tener mucho potencial, muchas habilidades y talentos pero sin el carácter nada
de eso importa. No podemos esconder para siempre lo que somos. Nuestros
pensamientos y acciones algún día
nos van a alcanzar. Sacamos afuera lo que tenemos adentro y lo que está adentro
se revela. Cuando uno tiene una personalidad que atrae gente o habilidad
natural es fácil poder depender en eso en vez de ser real. Uno puede engañar a
las personas, uno puede engañar a uno mismo, pero no puede engañar a todos por
siempre. Abraham Lincoln dijo: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos
todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
Aquí hay algunos puntos importantes para considerar acerca de nuestro carácter[i]:
1) Las personas siempre están observando lo
que Usted hace
Nosotros podemos hablar y dar los discursos
que queremos, pero la realidad es que las personas que influimos hacen lo que
ellos ven en nosotros, especialmente cuando somos líderes. Los hijos hacen
generalmente lo que ellos ven en sus padres. Es lo mismo cuando uno es un líder.
Si nosotros llegamos tarde, las personas llegan tarde. Cuando nosotros no
oramos, las personas no oran. Si nosotros tomamos privilegios otros también toman
privilegios, porque ellos miran lo que nosotros hacemos. La mejor motivación para
personas es cuando ellos ven a sus líderes dando lo mejor de ellos.
2) Es más fácil enseñar lo que es correcto
que hacer lo que es correcto
3) Debemos esforzarnos en cambiarnos a
nosotros mismos antes de intentar mejorar a los demás
No debemos intentar de cambiar a los demás sin primero cambiar a nosotros mismos. Tenemos que esforzarnos para ser los primeros. Tenemos la responsabilidad de ser los ejemplos. Cuando no mismo seguimos nuestras propias palabras hay una confusión en las personas que nos rodean. Cuando cambiamos a nosotros mismos nos da la autoridad moral que nos ayuda a enseñar por ejemplo a los demás. Cuando caemos en la hipocresía debilitamos a nuestra credibilidad y todo lo bueno que hemos hecho comienza a perder valor.
4) El regalo más valioso que un líder le
puede dar a los demás es un buen ejemplo
1) ¿Que observan las personas de mi vida?
2) ¿Concuerda lo que digo con lo que hago?
3) ¿Estoy dando un ejemplo que va a impactar
en los demás?
[i]Los siguientes puntos fueron sacados del libro: Desarrolle el líder que está en usted, pg. 199-204, John Maxwell, Grupo Nelson, 2007, Editorial Caribe 1996.
[i]Los siguientes puntos fueron sacados del libro: Desarrolle el líder que está en usted, pg. 199-204, John Maxwell, Grupo Nelson, 2007, Editorial Caribe 1996.
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