miércoles, 30 de enero de 2013

El Líder Persigue a la Victoria

Antes bien, nos recomendamos en todo como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en angustias; en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos; en pureza, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra; por honra y por deshonra, por mala fama y por buena fama; como engañadores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, mas he aquí vivimos; como castigados, mas no muertos; como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. (2 Corintios 6:4-10)

¿Alguna vez has pensado que es la diferencia entre las personas que triunfan y los que sufren derrota? ¿Qué son los atributos que hacen uno un ganador? A través de la historia y en la Biblia podemos ver diferentes tipos de personas que obtuvieron la victoria. Pero podemos ver una actitud que prevalece. Es es una actitud que no acepta la derrota. Las personas victoriosas van detrás de la victoria. En tiempos difíciles sobresale lo que tenemos adentro de nosotros: un corazón de un campeón o un que se entrega a la derrota.
En si podemos ver esto en las expresiones de Pablo nuestro texto. El verdadero mensaje es que en tiempos adversas que él nunca iba a rendirse. No importaba las cosas negativas que enfrentaba Pablo mantener un espíritu positivo. Muchos no logran sus objetivos simplemente no permanecen. Algunos en vez de buscar la manera para obtener la victoria tiran la toalla y acepta la derrota. Algunos están esperando que la victoria suceda sin tener que poner nada de su parte. Los que obtienen triunfos en la vida lo buscan y lo persiguen.

Cuando leemos en 1 de Samuel Capitulo 30 vemos la historia sobre el ataque en contra del campamento de David en Siclag de parte de los amalecitas. Habían quemado con fuego el campamento y llevaron cautivos a las mujeres, niños y todos que estaban presentes. En medio de una situación desesperante con un pueblo angustiado y confundido, hasta el punto que pensaban en apedrearle a David, David persiguió la victoria. El pueblo estaba resuelto en tirar la toalla. Pero David se fortaleció en Dios. Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Los podré alcanzar? Y él le dijo: Síguelos, porque ciertamente los alcanzarás, y de cierto librarás a los cautivos” (1 Samuel 30:7). Todavía había espíritu de lucha en David. David tomo la responsabilidad. El rehusó aceptar la derrota. Él tuvo la victoria y recuperó todo lo que había perdido y mucho más. Si vamos a lograr la victoria tenemos que tener la actitud de un campeón.  
Los siguientes puntos nos ayudarán ser personas que persiguen la victoria:

1)       Los que persiguen la victoria toman la responsabilidad.
Hay muchos que quieren disfrutar la victoria pero no quieren esforzarse en la lucha para conseguirla. Hay personas que evitan tomar responsabilidad. Pero será imposible que esa clase de persona triunfe.  Los líderes están dispuestos a tomar la responsabilidad para que su grupo vea la victoria. Vemos en los deportes que muchas veces hay esos jugadores que están dispuestos a tomar la responsabilidad del equipo cuando ellos están perdiendo el partido. Los líderes se levantan cuando están medio de un desafío.

2)       Los que persiguen la victoria tienen una pasión insaciable.
Los vencedores son personas apasionadas. Tienen en ellos una pasión para obtener la victoria. Hay personas que no tienen la pasión para dar lo mejor de ellos. Uno puede tener mucha capacidad e inteligencia pero si no tenemos la pasión no vamos a lograr la victoria. Es por eso que vemos que personas que aparentemente tenían menos capacidad que otros sobresalen sobre algunos que tienen mucho talento porque tienen una pasión que les empuja hacia la victoria. La pasión hace la diferencia en nuestra búsqueda para el triunfo.

3)       Los que persiguen la victoria encuentran la manera de triunfar.
El deseo de triunfar tiene el potencial de sacar lo mejor o lo peor en nosotros. Cuando estamos luchando para lograr la victoria muchas veces nuestras circunstancias nos obliga a ser creativos. Nuestros deseo de triunfar nos hace pensar en cosas que otros no han pensado y hacer cosas que otros piensan que no se puede hacer. Los campeones encuentran la manera para triunfar.

4)       Los que persiguen la victoria no piensan en rendirse.
Los que persiguen la victoria no se rinden fácilmente. No aceptan el desánimo y no hacen excusas. Hay algunos no responden ante las dificultades y circunstancias adversas. En la mente del campeón rendirse no es una opción. Está dispuesto a luchar hasta conseguir la victoria. Los verdaderos líderes se levantan y persiguen la victoria porque eso es la actitud de un vencedor.

Preguntas para pensar:
1)      ¿Tomo la responsabilidad para obtener la victoria?
2)      ¿Tengo la pasión para perseguir la victoria?
3)      ¿Busco creativamente maneras de vencer?
4)      ¿Es rendirse parte de mi mentalidad?

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