domingo, 13 de enero de 2013

La Actitud de un Adorador

Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado. (2 Samuel 6:21-22)
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).
Dios busca a los verdaderos adoradores. Dios desea tener un pueblo que le alaba, Él desea tener corazones que desean estar en Su presencia. Los verdaderos adoradores adoran en espíritu y verdad. Ellos adoran con sus almas y todas sus fuerzas. La adoración a Dios es más allá que un sentimiento o una emoción. La adoración es la identidad del adorador. La adoración es más que una alabanza, la adoración es una conexión con Dios. La alabanza puede ser una adoración pero una alabanza no es necesariamente adoración. Alabanza es la expresión de eligió y admiración a Dios. Adoración es humillar nuestro espíritu en la presencia de Dios.
La palabra alabar” en el hebreo es halal su implicación es hacer un espectáculo, hablar elogiosamente, celebrar. Inclusive se podría decir que significa hacer ruido. Es de esta palabra que se forma Aleluya que significa: alabanza a Dios. Otra palabra es yadah que significa dar gracias, loor y alabanza. Su significado literal es usar o extender la mano. Estas palabras expresan lo que es la alabanza. Es declarar la grandeza de Dios. Es cantar a Dios, es danzar para Dios, es clamar con voz de júbilo, es batir las manos, es levantar nuestras manos a Dios en el santuario.
La diferencia entre alabanza y adoración
Algunos piensan que la diferencia entre la alabanza y adoración es el ritmo de la música. A veces categorizamos alabanza como las músicas rápidas y adoración como las músicas lentas. Para mí la adoración es más que eso. Adoración es la postura del corazón delante de Dios. Sin importar si la canción es rápida o lenta, la adoración es lo que conecta con Dios.
Tú puedes alabar a Dios sin conectarse con Dios. Pero no puedes adorar a Dios sin conectar con Él. Puedes cantar una música lenta y no adorar. La adoración es más que la expresión de elogio hacia Dios. Es más que expresar Su grandeza, bondad y poder. Es más que hacer ruido. Es más que la canción. Es más que la danza. Es más que un salto. Es más que una emoción. Es una conexión Dios.
La adoración verdadera es una experiencia interna. Cuando pensamos la alabanza y adoración en el tabernáculo: todos podían alabar y cantar a Dios en los atrios, los levitas y sacerdotes podían servir el Lugar Santo pero solo uno, el sumo sacerdote, podía entrar en el Lugar Santísimo una vez al año. Todos pueden alabar, cantar, danzar, gozarse, pero si va ver una conexión con Dios, un encuentro con Él, va ser solo yo y Dios. Es allí donde la sangre es aplicado, la presencia de Dios es manifestado. Es en el atrio que el sacrificio se hace. Hay que hacer un sacrificio afuera, en el atrio de nuestro tabernáculo, en nuestra carne, si queremos tener un encuentro interno.
La palabra adorar en el hebreo shajah  y significa “adorar, postrarse, bajarse, inclinarse”.  En el griego la palabra usada en el griego es proskuneo. Es una palabra formada de dos palabras que significan “hacia” y “besar”, como un perro lame la mano de su amo. Esto indica confianza, intimidad y obediencia. Significa hacer reverencia y postrarse. La adoración a Dios hace énfasis en humillarse y la entrega a Dios.  La adoración nos lleva más allá de nuestro ego, nos lleva más a de nuestra vergüenza, nos lleva más a allá de lo que otros están haciendo o pensando. Es nosotros y Dios. Nuestro espíritu se postra delante de Su presencia. Nos postramos en entrega y obediencia a Él. Es la expresión de nuestro verdadero amor hacia a Dios. Es la tierra tocando los cielos.
A veces estamos satisfechos con el ruido, la música, el ritmo, las voces, el canto y el salto que no estamos dispuestos hacer un sacrificio. Pero es el sacrificio que posible un encuentro con Dios. El Salmista declaró:Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré el nombre de Jehová” (Salmos 116:17). Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15). Hoy quiero ir más hay de lo externo, quiero llegar adentro donde la gloria esta. Señor ayúdanos hace un sacrificio para ir mas de nuestra carne para poder entrar en Tu gloria. Ayúdame a humillarse, a postrar mi espíritu delante de Ti.    
David Trae el Arca a Jerusalén
“Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de Obed-edom a la ciudad de David. Y cuando los que llevaban el arca de Dios habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado” (2 Samuel 6:12-13).
David tenía el deseo de traer el arca pacto a Jerusalén. Su anhelo era tener la presencia de Dios de nuevo en Israel. Hay tiempos que la presencia de Dios se aparta por causa del pecado, por causa de los corazones enfriados y endurecidos. Pero alguien tiene que decir: “Yo quiero traer la presencia de Dios en mi vida”. Quiero ver la gloria de Dios en mi vida. Y David hizo sacrificios. Él daba seis pasos y hacía un sacrificio. Alguien hoy necesita salir de lo ordinario, necesita salir de lo común y monótono. Alguien necesita hacer un sacrificio. Eso la actitud de un adorador.
David alabo con toda su fuerza
“Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. Así David y toda la casa de Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta” (2 Samuel 6:14-15).
La alabanza de David no fue hecho algo superficial. No fue hecho así no más. David danzaba con toda su fuerza. David no se avergonzó de alabar a Su Dios. Eso es la actitud de un verdadero adorador. “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13).
David hizo sacrificios y se humillo delante de Dios
Notemos también que David estaba vestido de un efod de lino. Él estaba usando la ropa de un simple sacerdote. David se había despojado de sus vestimentas de realeza y adoró como un siervo más del Señor. Él hizo sacrificio a Dios. Si queremos entrar en la presencia de Dios no tenemos que entrar como un rey sino como un siervo, como uno que hace sacrificios a Él. Delante de Dios no podemos presentarnos como un rey o reina tenemos que humillar nuestro espíritu delante de Él.
Mical: el resultado de burlar la adoración verdadera
Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón… Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!” (2 Samuel 6:16,20).
Mical pensó que David no tenía que haber rebajado para adorar a Dios de esta manera.  Ella menosprecio la alabanza de David. Hay personas que quieren burlase del verdadera adoración a Dios. Muchos no les gustan porque la verdadera adoración a Dios. La verdadera adoración a veces incomoda. Te quita el orgullo. Algunos no quieren rebajar de su realeza, su orgullo, su autosuficiencia, su vanidad delante de Dios. Algunos se preocupan por apartar como un tonto delante de los demás, en mantener su imagen delante de las personas.
La Biblia dice: “Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos hasta el día de su muerte” (2 Samuel 6:23). Vemos el resultado de ser un burlador de la adoración verdadera: Es ser estéril espiritualmente. Hay algunos que se vuelven estéril espiritualmente, no tienen fruto, no tiene gozo, porque son demasiados importantes para ellos mismos para humillarse en la presencia de Dios.
El verdadero adorador no adora para la gente sino por Dios
Entonces David respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado”.
El verdadero adora Dios no por lo que piensa la gente o dice la gente. Su adoración es para Dios. David tenía un testimonio que contar. Él era un hijo agradecido. Tantos se olviden de donde Dios le ha traído. David dijo: “Yo no era nadie, pero Dios me eligió a mí. Yo tengo razón para alabar a mi Dios. Es por eso que voy a danzar delante de Dios”.  La Biblia al Día dice: “y me rebajaré más todavía, hasta humillarme completamente…” (2 Samuel 6:22). El verdadero adorador no lo le importa lo que piensan los de más de adoración. Se olvida de la vergüenza. Está dispuesto a humillarse delante de Dios. Es eso que trae la gloria de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario