“Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los
dos que habían oído a Juan, y habían seguido a Jesús. Este halló primero a su
hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el
Cristo). Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás;
tú serás llamado Cefas (que quiere decir, Pedro) (Juan 1:40-42)”. Andrés le
declaro a Simón, “Hemos hallado al Mesías” y le llevo a encontrarse con Jesús. ¡Que
tremenda cosa es encontrarse con el Mesías! Cuando alguien tiene un verdadero
encuentro con Jesús hay un cambio que sucede en su vida. “De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Vemos que Jesús le dio a Simón un
nuevo nombre: Cefas en el arameo y Pedro en el griego. Su nuevo nombre significaba “una roca”. Era
una nueva identidad. No era un reflejo de lo que él era. Era un reflejo de lo
que él podía ser en Dios.
En Cesarea vemos a Pedro siendo
el primer discípulo en confesar abiertamente que Jesús era el Cristo, el Hijo
de Dios, pero también fue él que se atrevió a contradecir y reprender a Jesús por
decir que él iba a morir en la cruz. En
la última cena vemos a Pedro negado a Jesús lavarle los pies y luego pedirle
que le lave también las manos y la cabeza. En la noche que Jesús fue entregado
Pedro declaro: “Aunque me sea
necesario morir contigo, no te negaré” (Mateo 26:35) e impulsivamente cuando
los soldados de del templo vinieron para tomar a Jesús Pedro corto la oreja del
siervo del Sumo Sacerdotes Caifás. Pedro confirmando las palabras de Jesús fue
el primero en negar a Jesús. Canto el gallo después de haber negado a Jesús tres
veces.
Dios nos toma con nuestro carácter
y actitudes e imperfecciones. Dios mira más allá de lo que somos y ve lo que
podemos ser. Pedro era impulsivo, terco,
rudo, inoportuno, explosivo e inestable pero Jesús vio en él una roca. Cometió
errores, tenía luchas con sus actitudes y carácter. Vemos en él un hombre inestable
e inconstante. Un momento podía caminar por fe sobre el agua con Jesús y en
otro momento ser llevado por sus emociones e impulsos. Podía declarar que Jesús
era el Hijo del Dios viviente y luego contradecirle a su Maestro por no estar
de acuerdo con Él. Podía prometer estar a Su lado hasta el final y luego negar abiertamente
a Su Señor. Era Inestable. Era Simón.
Pero Jesús más allá de quien era Simón
y vio a un Pedro. Jesús vio una roca. La roca es sinónimo de la fuerza, estabilidad,
de la permanencia, de la seguridad y de la perseverancia.
Jesús vio a al Pedro de Pentecostés
de pie con los once delante de la multitud diciendo: “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de
Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho
Señor y Cristo. Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a
los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para
vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están
lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare” (Hechos 2:36-39).
Jesús vio al Pedro que declaro delante del
Concilio después de haber sido amenazado para callar su mensaje: “no podemos
dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:20).
Hay muchos que son un Simón. Son
inconstantes. Son débiles. Tienen momentos donde está el deseo pero luego se
les apaga. Están arriba, luego están abajo. Un día sí, otro día no. Pero Dios
ve el potencial de ser un Pedro.
¡Quizás alguien ha venido mirando
sus problemas e imperfecciones y piensa que nunca podrá ser lo que Dios les ha
llamada a ser! Simón, Dios te ha llamado para ser una roca. Dios te ha llamado a
ser fuerte, a ser constante, a ser seguro. Dios te ha llamado a perseverar. Dios
te ha llamado a permanecer firme sobre la roca de Jesucristo. Firme en la
doctrina. Firme en las luchas y tempestades de la vida. Dios te ha llamado a
ser un Pedro. Dios quiere usar te vida para proclamar Su Palabra, ganar almas, para
ser una voz departe de Dios. Dios te llamo para estar seguro en un mundo
inseguro. Dios te llamo a estar sobre la Roca eterna que es Jesús.
“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y
sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que
atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la
tierra será desatado en los cielos” (Mateo 16:18-19).
Tienes que aprender que tú no eres fuerte en si
mimo. Tu eres fuerte porque estas sobre la Roca. Estas sobre Jesucristo.
Permaneces en Su Palabra. El infierno no puede prevalecer en contra de nuestra
vida, nuestra familia, nuestra Iglesia cuando estamos sobre la Roca. Dios te
llamo para ser un Pedro. Dios quiere darte una autoridad que tú no tienes. Dios
quiere usar tu vida para liberar al cautivo. Dios quiere usarte para ganar
almas. Dios quiere usarte para guerrear en oración. Dios te está mirando y el
ve un Pedro adentro de ese Simón.
La Biblia dice: “Vinieron, pues, a un lugar que
se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo
oro. Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a
angustiarse. Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí
y velad. Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese
posible, pasase de él aquella hora. Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son
posibles para ti; aparta de mí esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que
tú.” (Marcos 14:32-36)
Jesús estaba en el momento más crítico de su
vida humana. Estaba en las últimas horas antes de ser entregado a ser crucificado.
En agonía de su alma clamaba a Dios para hacer Su voluntad para tener la fuerza
de enfrentar Su muerte cruel. Su petición a sus discípulos era para orar y
velar. Pero volviendo los encontró durmiendo. Cuando más Jesús necesitaba la oración
y el apoyo de los que estaban más cerca de Él, ellos estaban durmiendo.
Muchas veces la Iglesia está durmiendo cuando tendría
que estar velando. Estamos en el momento crítico. Estamos en el momento que
tenemos que estar despiertos espiritualmente. Hay muchos que están en espíritu de
apatía espiritual mientras sus vidas espirituales, sus familias y su iglesia está
en el momento más crítico. En veces de orar tenemos nuestra miranda en las
cosas de la vida, en las cosas del mundo. Estamos mirando por las vidas de los demás,
murmurando y criticando a los demás. Iglesia despiértese. Ahora es el momento
para levantarse. Hoy es el momento para orar. Hoy es el momento para dejar que
Dios use tu vida. Simón, Dios te llamo para ser un Pedro.
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de
levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra
salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día.
Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz”
(Romanos 13:11-12).
“Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a
Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velad y orad, para que
no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne
es débil” (Marcos 14:37-38).
Yo le pregunto hoy: Simón, ¿duermes? Sacude el
sueño de tus ojos espirituales. Sacude la apatía y la falta de oración de
tu vida. Sacude la falta de pasión de tu vida. Dios te llamo para ser un Pedro.
Dios te llamo para tener autoridad. Dios te llamo para soltar las cadenas y dar
libertad al cautivo. Hemos perdido nuestra autoridad porque hemos dormido
espiritualmente. Levántate Pedro…
Escucho el sonido de un viento
recio que viene. El Reino de Dios está aquí. El respaldo de los cielos está aquí.
Tu no serás el que fuiste antes…tú serás un Pedro…un roca.
“En cuanto a la pasada manera de vivir,
despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24).
Gracias por su comentario. Muy bueno, pero aun tengo una interrogante.
ResponderEliminarPorque Jesus despues de haberle ya cambiado el nombre a Pedro, vuelve a llamarlo Simon? Porque no le dijo... Pedro, duermes?
En realidad Pedro era su sobrenombre. Por eso muchas veces es llamado Simon Pedro. Le podria haber llamado Pedro en ves de Simon. Solo el mensaje se trata de una comparacion entre el caracter de Simon y el nombre Pedro y como eso se aplica a nuestras vidas. Gracias por el comentario. Muchas bendiciones.
ResponderEliminar