miércoles, 9 de enero de 2013

La Planificación Nos Guía al Éxito

Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño. Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová. (1 Crónicas 28:19-20)

 Muchos se preguntan porque ellos no pueden avanzar o alcanzar algo significativo en la vida o en el ministerio. Muchos están frustrados, muchos abandonan sus esfuerzos sin continuar. La realidad es que muchos tienen deseos y sueños pero no muchos se han tomado el tiempo para pensar cómo va a llegar a cumplir lo que han pensado. Tenemos que saber que ninguno llega a un lugar sin una ruta que seguir. No logramos el éxito por accidente. Si vamos a llegar a destino tenemos que planificar como vamos a llegar. Es la planificación que nos guía al éxito.  

 Dios es un Dios de orden. Dios tiene un plan. Al crear al mundo Dios ya tenía un plan, inclusive Él ya vio lo que podía pasar, ya tenía previsto la caída del hombre. Dios pensó en los detalles. No somos creados por accidente o por circunstancia. Cuando Dios llamó a Noé y le dijo que Él iba a destruir el mundo, Él tenía un plan: el arca. Cuando Dios dio las instrucciones a Moisés para preparar el tabernáculo Él proveyó un modelo que seguir. Dios dio a David el diseño del templo que él en cambio entregó a Salomón para construir el templo. Si Dios es un Dios que ha planificado sus propósitos y objetivos, ¿cómo pensamos nosotros alcanzar nuestros objetivos sin un plan? Si van lograr el objetivo, tener crecimiento, éxito tenemos que saber lo que queremos lograr y cómo vamos a lograrlo.

 En 1911 dos grupos de exploradores intentaron lograr ser los primeros en llegar al Polo Sur. Uno de los grupos fue dirigido por el explorador noruego llamado Roald Amundsen. El otro grupo fue dirigido por Robert Falcon Scott, un oficial de la marina británica. El primer grupo llego a su destino un mes antes del segundo grupo y lo más triste es que el todos los hombres en el segundo grupo murieron antes de poder regresar. ¿Cuál era la diferencia entre los dos grupos? La planificación. El primer explorador, Amundsen como mucho detalle planificó el viaje: las provisiones, la ropa, el modo de transportar las provisiones, la estrategia de trabajo y otros detalles. También eligió a expertos  esquiadores y entrenadores de perros para acompañarle. Esa planificación le llevó a él y su equipo al éxito. En cambio, Scott hizo contrario. No llevó suficientes provisiones, uso trineos motorizados y caballos en vez de trineos llevados por perros. Los trineos dejaron de funcionar después de cinco días, los caballos murieron y los hombres tuvieron que estirar los trineos a pie. Todo les fue mal. Scott no planifico lo suficiente para llegar tener una expedición exitosa y eso le costó a él y su equipo la vida.

 Si queremos llegar a destino tenemos que tener un plan. Tenemos que considerar lo que tenemos por delante. Si vamos a lograr nuestros objetivos tenemos que pensar antes de actuar. Muchas veces actuamos antes de pensar y eso nos lleva a cometer muchos errores. Tenemos que pensar en los detalles. Tenemos que hacer las preguntas importantes: ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Quiénes? Al considerar lo que tenemos delante podemos hacer un plan que nos llevara al éxito.

 Aquí hay algunos puntos que nos ayudará en la planificación de nuestras vidas y meta[i]s:

1)      Tenemos que aprender de la experiencia pasada

Tenemos que examinar nuestras experiencias. Si algo no está funcionando tenemos que saber porque y cambiarlo. En veces de siempre cometerlos mismos errores, debemos aprender de ellos y planificar para el éxito.

2)      Tenemos que examinar las condiciones antes de tomar compromisos

Muchas veces personas toman decisiones impulsivas sin pensar en los resultados. Otros toman grandes compromisos pero no han pensado como ellos van cumplirlas. Tenemos que examinar lo que tenemos adelante y luego hacer un buen plan que nos llevará al Éxito.

3)      Tenemos que escuchar a los demás

Hay personas que fracasan porque no escuchen a nadie. Están determinado hacer lo que ellos piensan hacer. Tenemos que pensar bien si nuestros líderes no están de acuerde con lo que queremos hacer. Escuche a tu familia y a las personas que te rodean.

4)      Tenemos que comparar las exceptivas con los hechos

Tenemos que ser realistas con el momento y lugar que estamos. No podemos pretender que no vamos a tener obstáculos. Cuando miramos con detalle a nuestro plan y pensamos en los detalles e inclusive las dificultades que puedan venir, estamos formando un buen plan para tener éxito. Lo que paso con Scott es que aunque él tenía un destino final, él no tenía un plan realista para cumplirla. Cuando vemos la realidad y nos preparamos estamos en la dirección correcta para alcanzar el éxito.

Preguntas para pensar:

1)      ¿Tengo planes para llegar al éxito en mi vida?
2)      ¿Examino las condiciones antes de tomar compromisos?
3)      ¿Son realistas mis expectativas?


[i] Los siguientes puntos fueron sacados del libro: Las 21 leyes irrefutables del liderazgo, pg. 53- 64, John Maxwell, Grupo Nelson, 2007.

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