Entonces David
respondió a Mical: Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu
padre y a toda tu casa, para constituirme por príncipe sobre el pueblo de
Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más
vil que esta vez, y seré bajo a tus ojos; pero seré honrado delante de las
criadas de quienes has hablado. (2 Samuel 6:21-22)
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los
verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también
el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le
adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:23-24).
Dios busca a los verdaderos adoradores. Dios
desea tener un pueblo que le alaba, Él desea tener corazones que desean
estar en Su presencia. Los verdaderos adoradores adoran en espíritu y verdad. Ellos
adoran con sus almas y todas sus fuerzas. La adoración a Dios es más allá que
un sentimiento o una emoción. La adoración es la identidad del adorador. La
adoración es más que una alabanza, la adoración es una conexión con Dios. La alabanza puede ser una
adoración pero una alabanza no es necesariamente adoración. Alabanza es la
expresión de eligió y admiración a Dios. Adoración es humillar nuestro espíritu
en la presencia de Dios.
La palabra “alabar” en el hebreo es halal su implicación es hacer un espectáculo, hablar elogiosamente,
celebrar. Inclusive se podría decir que significa hacer ruido. Es de esta
palabra que se forma Aleluya que significa: alabanza a Dios. Otra palabra es yadah que significa dar gracias, loor y
alabanza. Su significado literal es usar o extender la mano. Estas palabras
expresan lo que es la alabanza. Es declarar la grandeza de Dios. Es cantar a
Dios, es danzar para Dios, es clamar con voz de júbilo, es batir las manos, es
levantar nuestras manos a Dios en el santuario.
La diferencia entre alabanza y adoración
Algunos piensan que la diferencia entre la
alabanza y adoración es el ritmo de la música. A veces categorizamos alabanza
como las músicas rápidas y adoración como las músicas lentas. Para mí la
adoración es más que eso. Adoración es la postura del corazón delante de
Dios. Sin importar si la canción es rápida o lenta, la adoración es lo que
conecta con Dios.
Tú puedes alabar a Dios sin
conectarse con Dios. Pero no puedes adorar a Dios sin conectar con Él. Puedes
cantar una música lenta y no adorar. La adoración es más que la expresión de
elogio hacia Dios. Es más que expresar Su grandeza, bondad y poder. Es más que
hacer ruido. Es más que la canción. Es más que la danza. Es más que un salto.
Es más que una emoción. Es una conexión Dios.
La adoración verdadera es una
experiencia interna. Cuando pensamos la alabanza y adoración en el tabernáculo:
todos podían alabar y cantar a Dios en los atrios, los levitas y sacerdotes
podían servir el Lugar Santo pero solo uno, el sumo sacerdote, podía entrar en el
Lugar Santísimo una vez al año. Todos pueden alabar, cantar, danzar, gozarse,
pero si va ver una conexión con Dios, un encuentro con Él, va ser solo yo y
Dios. Es allí donde la sangre es aplicado, la presencia de Dios es manifestado.
Es en el atrio que el sacrificio se hace. Hay que hacer un sacrificio afuera,
en el atrio de nuestro tabernáculo, en nuestra carne, si queremos tener un
encuentro interno.
La palabra adorar en el hebreo shajah y
significa “adorar, postrarse, bajarse, inclinarse”. En el griego la palabra usada en el griego es
proskuneo. Es una palabra formada de
dos palabras que significan “hacia” y “besar”, como un perro lame la mano de su
amo. Esto indica confianza, intimidad y obediencia. Significa hacer reverencia
y postrarse. La adoración a Dios hace énfasis en humillarse y la entrega a
Dios. La adoración nos lleva más allá de
nuestro ego, nos lleva más a de nuestra vergüenza, nos lleva más a allá de lo
que otros están haciendo o pensando. Es nosotros y Dios. Nuestro espíritu se postra
delante de Su presencia. Nos postramos en entrega y obediencia a Él. Es la
expresión de nuestro verdadero amor hacia a Dios. Es la tierra tocando los
cielos.
A veces estamos satisfechos con
el ruido, la música, el ritmo, las voces, el canto y el salto que no estamos
dispuestos hacer un sacrificio. Pero es el sacrificio que posible un encuentro
con Dios. El Salmista declaró: “Te ofreceré sacrificio de alabanza, E invocaré
el nombre de Jehová” (Salmos 116:17). “Así que, ofrezcamos siempre a Dios,
por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesan su nombre” (Hebreos 13:15). Hoy quiero ir más hay de lo
externo, quiero llegar adentro donde la gloria esta. Señor ayúdanos hace un
sacrificio para ir mas de nuestra carne para poder entrar en Tu gloria. Ayúdame
a humillarse, a postrar mi espíritu delante de Ti.
David Trae el Arca a Jerusalén
“Fue dado aviso al rey David, diciendo: Jehová
ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de
Dios. Entonces David fue, y llevó con alegría el arca de Dios de casa de
Obed-edom a la ciudad de David. Y cuando los que llevaban el arca de Dios
habían andado seis pasos, él sacrificó un buey y un carnero engordado” (2
Samuel 6:12-13).
David tenía el deseo de traer el arca pacto a
Jerusalén. Su anhelo era tener la presencia de Dios de nuevo en Israel. Hay
tiempos que la presencia de Dios se aparta por causa del pecado, por causa de
los corazones enfriados y endurecidos. Pero alguien tiene que decir: “Yo
quiero traer la presencia de Dios en mi vida”. Quiero ver la gloria de Dios en
mi vida. Y David hizo sacrificios. Él daba seis pasos y hacía un sacrificio.
Alguien hoy necesita salir de lo ordinario, necesita salir de lo común y
monótono. Alguien necesita hacer un sacrificio. Eso la actitud de un adorador.
David alabo con toda
su fuerza
“Y David danzaba con toda su fuerza delante de
Jehová; y estaba David vestido con un efod de lino. Así David y toda la casa de
Israel conducían el arca de Jehová con júbilo y sonido de trompeta” (2 Samuel
6:14-15).
La alabanza de David no fue hecho algo
superficial. No fue hecho así no más. David danzaba con toda su fuerza. David
no se avergonzó de alabar a Su Dios. Eso es la actitud de un verdadero
adorador. “Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón” (Jeremías 29:13).
David hizo sacrificios
y se humillo delante de Dios
Notemos también que David estaba vestido de un
efod de lino. Él estaba usando la ropa de un simple sacerdote. David se había
despojado de sus vestimentas de realeza y adoró como un siervo más del Señor.
Él hizo sacrificio a Dios. Si queremos entrar en la presencia de Dios no
tenemos que entrar como un rey sino como un siervo, como uno que hace
sacrificios a Él. Delante de Dios no podemos presentarnos como un rey o reina
tenemos que humillar nuestro espíritu delante de Él.
Mical: el resultado de burlar la adoración verdadera
“Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de
David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey
David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón… Volvió
luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo:
¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de
las criadas de sus siervos, como se descubre sin decoro un cualquiera!” (2
Samuel 6:16,20).
Mical pensó que David no tenía que haber
rebajado para adorar a Dios de esta manera.
Ella menosprecio la alabanza de David. Hay personas que quieren burlase
del verdadera adoración a Dios. Muchos no les gustan porque la verdadera
adoración a Dios. La verdadera adoración a veces incomoda. Te quita el orgullo.
Algunos no quieren rebajar de su realeza, su orgullo, su autosuficiencia, su
vanidad delante de Dios. Algunos se preocupan por apartar como un tonto delante
de los demás, en mantener su imagen delante de las personas.
La Biblia dice: “Y Mical hija de Saúl nunca tuvo hijos
hasta el día de su muerte” (2 Samuel 6:23). Vemos el resultado de ser un burlador
de la adoración verdadera: Es ser estéril espiritualmente. Hay algunos que se
vuelven estéril espiritualmente, no tienen fruto, no tiene gozo, porque son demasiados
importantes para ellos mismos para humillarse en la presencia de Dios.
El verdadero adorador no adora para la gente sino por Dios
“Entonces David respondió a Mical: Fue delante
de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para
constituirme por príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto,
danzaré delante de Jehová. Y aun me haré más vil que esta vez, y seré bajo a
tus ojos; pero seré honrado delante de las criadas de quienes has hablado”.
El verdadero adora Dios no por lo
que piensa la gente o dice la gente. Su adoración es para Dios. David tenía un testimonio que
contar. Él era un hijo agradecido. Tantos se olviden de donde Dios le ha traído.
David dijo: “Yo no era nadie, pero Dios me eligió a mí. Yo tengo razón para
alabar a mi Dios. Es por eso que voy a danzar delante de Dios”. La Biblia al Día dice: “y
me rebajaré más todavía, hasta humillarme completamente…” (2 Samuel 6:22). El
verdadero adorador no lo le importa lo que piensan los de más de adoración. Se
olvida de la vergüenza. Está dispuesto a humillarse delante de Dios. Es eso que
trae la gloria de Dios.