miércoles, 28 de noviembre de 2012

El Triunfo Requiere Sacrificios

Y Arauna dijo: ¿Por qué viene mi señor el rey a su siervo? Y David respondió: Para comprar de ti la era, a fin de edificar un altar a Jehová, para que cese la mortandad del pueblo. Y Arauna dijo a David: Tome y ofrezca mi señor el rey lo que bien le pareciere; he aquí bueyes para el holocausto, y los trillos y los yugos de los bueyes para leña. Todo esto, oh rey, Arauna lo da al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio. Y el rey dijo a Arauna: No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada. Entonces David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. Y edificó allí David un altar a Jehová, y sacrificó holocaustos y ofrendas de paz; y Jehová oyó las súplicas de la tierra, y cesó la plaga en Israel. (2 Samuel 24:21-25)

Aquí el Rey David estaba con la necesidad de comprar la tierra de Arauna para hacer una ofrenda a Dios. Arauna quería regalar su tierra a David, sin embargo David dijo que el no ofrecería a Dios ofrendas que no le cuesten nada. Esto nos hace entender que David comprendía que todas las cosas que realmente tiene valor  tienen su precio. Como David sabía que lo que él estaba haciendo era para Dios, y por lo siguiente era algo de gran valor, él rehusó aceptar la oferta de un sacrificio que no le cueste nada.

Lo que tenemos que aprender es si queremos triunfar en nuestra vida cristiana, la vida y el ministerio tenemos que estar dispuestos a hacer sacrificios que van hacer posible ese triunfo. Todo que vale la pena tiene su precio. Tenemos que estar dispuestos hacer cosas que nos va costar nuestro tiempo, esfuerzo y dinero. Tenemos que hacer cambios difíciles. Muchas veces los sacrificios que hacemos se tratan de cambios. A veces tenemos que tomar decisiones para cambiar lo que estamos haciendo, como lo estamos haciendo y lo que es mejor para nuestro crecimiento. A veces la rutina y el lugar que estamos nos hacen estar cómodos. La comodidad puede ser el enemigo del progreso o el crecimiento. Si estamos estancados tenemos que hacer sacrificios que nos van impulsar al crecimiento espiritual y personal.

Sacrificios que llevarán a truinfar1:
 
1)      Sacrifique el reconocimiento por los logros

Algunos buscan simplemente en agradar a los demás para buscar el reconocimiento para ellos. Cuando tenemos este pensamiento nuestra visión es corta y nuestro objetivo es egoísta. Hay que renunciar a los reconocimientos y enfocar en lograr algo significativo. Hay personas que no están dispuestos a trabajar si ellos no van a recibir el reconocimiento. Olvídate de los reconocimientos y enfócate en los logros y vas a triunfar.  

2)      Sacrifique la seguridad por la transcendencia

Tener éxito no es solamente estar ocupado en un trabajo. Tener éxito es marcar la diferencia. A veces tenemos que examinar nuestras actividades y ver si lo que estamos haciendo realmente está marcando una diferencia. Hay que tener como prioridades las cosas que realmente hace una diferencia para bien.  

3)      Sacrifique las ganancias financieras por el potencial futuro

Siempre hay recordar que el dinero no es todo. Si estas basando todo en el dinero puedes tomar decisiones que pueden dañar tu vida espiritual, tu vida familiar y ministerio. No tomes decisiones de trabajo simplemente por el dinero, pero evalué como va a afectar tu futuro. Hagas decisiones sobre valores eternos y familiares. Cuando sacrificamos las ganancias financieras por nuestro potencial futuro veremos que las bendiciones financieras vienen por añadidura.

4)      Sacrifique el placer inmediato por el crecimiento potencial

Hay muchas tareas que tenemos que hacer que nos llevarán al éxito y nos ayudará a alcanzar nuestros logros que no nos traen placer en el momento, pero si estamos dispuestos a hacerlos después vamos a disfrutar de los resultados y el crecimiento. El crecimiento requiere sacrificio. Sino no hay esfuerzo y trabajo no habrá crecimiento.

5)      Sacrifique la exploración por un enfoque

A veces somos exploradores que estamos aquí para allá tratando de encontrar nuestro lugar a través de haciendo muchas cosas a la vez. Cuando uno es joven eso es parte del proceso de encontrar nuestro lugar, pero cuando uno comienza a madurar necesita ir autodefiniéndose. Tenemos que aprender a enfocarse en hacer lo que son nuestras fortalezas y en las cosas que nos traerá el éxito. Hay que enfocarte en los logros. Se ha comprobado que las personas que son orientados al enfoque son los que logran triunfar en la vida.

6)      Sacrifique la cantidad de vida por la calidad de vida

Podemos estar tan ocupados con tantas actividades que sufre la calidad de nuestra vida. Esto incluye el descanso, nuestra familia, la salud, y nuestra vida espiritual. Cuando estas áreas comienzan a sufrir o llamarnos la atención es tiempo de hacer sacrificios y hacer lo que es más importante para nosotros, nuestras familias y nuestro ministerio.

7)      Sacrifique lo aceptable por lo excelente

No seamos conformistas y aceptemos lo aceptable. Sacrifique para hacer lo mejor que podemos. Las personas que no quieren pagar mucho por algo que es solo aceptable, pero si están dispuestos hacerlo por algo excelente. Nunca pensemos que lo mínimo es todo lo que tenemos que hacer. Eso es la mentalidad de personas que nunca llegarán lejos. Esmérate para ser excelente.

8)      Sacrifique su servicio a Dios por su caminata con Dios

Uno puede estar tan “ocupado” haciendo cosas por Dios que no tiene tiempo para lo más importante y eso es tomar tiempo con Dios. Haga un esfuerzo para mantener tu vida de oración y devoción personal y verás los resultado positivos y la bendición de Dios sobre todo las otras áreas.

Preguntas para pensar:
 
1)      ¿Qué sacrificios ha hecho?
2)      ¿Qué sacrificios adicionales necesita hacer?
3)      ¿Qué está dispuestos a sacrificar por el bien de los demás?

Nota:
1Los siguientes puntos fueron sacados del libro: Liderazgo, Principios de Oro, pg. 234-240, John Maxwell, Grupo Nelson, 2007.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Los Tres que Dijieron No Te Dejaré

Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices. (Génesis 32:24-26)

Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos. (Rut 1:14-17)
Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos. (2 Reyes 2:6)

Jacob, aquel que su nombre significa él que agarra el calcañar”, el engañador, el que tomo la bendición de su hermano por engaño y que vivió con la mentira, se encontró luchando en la oscuridad por su vida. Toda la vida Jacob había luchado por la bendición. Había hecho decisiones equivocados. Había corrido de su hermano Esaú, trabajando en tierras lejanas para olvidar la realidad de su vida…hasta encontrarse esa noche con un hombre.

Jacob no podía ver con quien él estaba luchando, pero hacía lo que estaba dentro de él. En él había una fuerza, había un hambre, una pasión por recibir la bendición de Dios que no podía ser apagado. Desde el vientre de su madre él ya estaba extendiendo su mano para alcanzar, para agarrarse de la bendición de Dios. Él vivía con un temor, luchaba con ese temor…pero el ímpetu dentro de él lo hacia para seguir empujando, para seguir luchando.

Mientras Jacob luchaba el Ángel le tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyunto el muslo de Jacob por él varón. Algo cambio para siempre en la vida de Jacob, Él quedo destinado para caminar diferente por toda su vida. Jacob quedó marcado por su encuentro con Dios. Jacob era destinado para ser diferente. Él ya no iba ser el mismo que antes…el viejo Jacob terminó ese día. El engañador, el mentiroso estaba por cambiar su nombre.  
Jacob: luchando por la bendición espiritual

El ángel dijo: “Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices”. La bendición espiritual no es alcanzado por tu merito. Jacob no merecía la bendición. Él era el segundo, él no era el primogénito. Pero él tenía una fuerza interior, un ímpetu, una pasión. ¿Que fue lo que hizo que Dios diga: “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” (Romanos 9:13)? Fue porque había un deseo de alcanzar la bendición de Dios. Mientras Esaú menosprecio su primogenitura por un plato de lentejas, Jacob tenía la actitud que decía: “No te dejaré si no me bendices”.

El profeta Oseas dijo de Jacob: “En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al ángel. Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros” (Oseas 12:3-4). Hay muchos que no están dispuestos a luchar para la bendición espiritual. Como Esaú, lo toman livianamente como un derecho adquirido por nacimiento. Hay personas sentados en la Iglesia que no tiene una noción de agradecimiento, ni se les ocurra la grandeza del privilegio de la salvación y la presencia de Dios que ellos disfrutan en sus vidas.

Hay muchos que toman este privilegio santo como algo ligero…pero hay otros que tienen el espíritu de Jacob…es un espíritu hambriento de la bendición de Dios. Es una actitud que reconoce la indignidad de su posición, pero sin embargo se agarra fuertemente de la promesa. ¡Yo reconozco que no soy digno de la bendición de Dios! ¡Pero mi anhelo es tener el favor de Dios sobre mi vida! ¡Quiero tener la presencia de Dios en mi vida! ¡Estoy dispuesto a luchar por al bendición! ¡Estoy dispuesto a sacrificarme para recibir la bendición!

Jacob no se conformó con menos que su herencia. ¡Yo no quiere conformarme y ser menos del potencial que Dios ha puesto en mí! ¡No quiero por un espíritu conformista ser menos que mi llamado!

Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido… Y lo bendijo allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma” (Génesis 32:28-30). Alguien hoy no va salir de este culto igual. Has venido luchando. No te has rendido…algunas veces lo único que has podido hacer es agarrarte de Dios y no soltarte. Alguien ha venido hoy que ha cometido tus errores pero has decido no soltarte de la bendición. Alguien ha decidido no soltarte de lo que Dios ya te ha prometido. Alguien hoy se va a inspirar a luchar como nunca ha luchado en el pasado, sobre alguien hoy va caer la bendición. Tú no vas a ser igual.

Dios hoy va cambiar tu nombre…no serás mas Jacob sino Israel…que significa “uno que reina con Dios”. Dios esta por elevar a alguien; porque has luchado y has vencido. No serás igual. ¡Alguien hoy necesita clamar: No te dejaré sin no me bendices!

 
Jacob es un ejemplo de la lucha para la bendición espiritual. Si no estas dispuesto a luchar no recibirás todo lo que Dios tiene preparado. Dios tiene un propósito y Él te esta formando en el proceso.

Rut: luchando por la promesas de Dios

Encontramos en el libro de Rut la determinación de Rut para no dejar a Noemí. Rut es un ejemplo para nosotros de nunca abandonar las promesas de Dios. Noemí, quien había vivido mucho tiempo tierras lejanas de su hogar, donde había muerto su marido y después sus dos hijos. Ella escuchó que había provisto en la casa de Judá y se levantó con sus dos nueras para volver a su tierra. Noemí, que estaba aparentemente desamparada, abandonada y con amargura en su espíritu por las situaciones adversas que había enfrentado…sin que ella se dé cuenta ella estaba cargada de promesas de parte de Dios para su vida. 

Y Noemí dijo a sus dos nueras: Andad, volveos cada una a la casa de su madre; Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo. Os conceda Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido. Luego las besó, y ellas alzaron su voz y lloraron, y le dijeron: Ciertamente nosotras iremos contigo a tu pueblo” (Rut 1:8-10).

Y Noemí les dijo: “…No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí. Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella” (Rut 1:13-14). Ofra volvió hacia atrás. Ella volvió a Moab. Iba ser más fácil en Moab…mas Rut se quedo con Noemí. Había algo en Noemí que Rut deseaba para ella misma. Ella, después de conocer al Dios de Noemí, después que ella veía como Noemí servía a su Dios, como ella adoraba a su Dios, ya no se conformaba con servir más a los dioses de Moab. Era porque Noemí era hija de la promesa. Ella era una hija de Abraham y Rut, aunque ella era una moabita, aunque no era digna, aunque no tenía parte en la promesa…ella veía la promesa en Noemí y ella se agarró de esa promesa.

“Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella. Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos” (Rut 1:15-17).

Se podría traducir las palabras que dijo Rut en el hebreo: “No me ruegues soltarte y volver atrás”. Ella estaba diciendo: “Yo no voy a volver a Moab. Estoy aferrada a la promesa”. Rut no miró la situación en que ella se encontraba…ella miró las promesas de Dios.

Una persona que va en búsqueda a las promesas está dispuesta a hacer sacrificios. Cuando todo parece estar mal, cuando parece que no hay razón para seguir mirando con nuestros ojos naturales… todavía no esta dispuesto a soltar las promesas de Dios. Hay promesas de parte de Dios y eso nos hace decir: “¡No te dejaré! ¡Yo no vuelvo atrás!” Quiero decir a alguien hoy… no todo esta perdido…no te sueltes de las promesas de Dios. Dios te grandes promesas para aquellos que rehúsan soltar de la bendición.

Después que habían llegado a Belén Rut le dijo a Noemí: “Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia”… (Rut 2:2). Ella había escuchado que había un pariente cercano que se llamaba Booz que era el dueño del campo.

Rut no se quedó donde ella estaba…ella se posicionó para recibir la promesa. Ella se fue “en pos de los segadores” (Rut 2:3). Los que desean recibir las promesas de Dios no se quedan lamentándose por su situación difícil, no se quedan chupando el dedo, se levantan y van al campo de Aquel que les puede dar la cosecha.

Si tú quieres recibir la bendición tú tienes que posicionarte para recibirlo. Ella se acercó a él que podía redimirle. No importa si estas pasando tu momento mas difícil en tu vida, en tu familia, en tu iglesia…no te quedes…ve al campo…porque es en campo que vas a recoger la cosecha… aunque sea un pocito, Él dueño del campo te esta mirando…

“¿De quien es esta joven?” pregunta Booz. El mayordomo le responde: “Es la joven moabita que volvió con Noemí” (Rut 2:5-6). Dios esta mirando tu lucha… Dios sabe donde has estado…Dios te tiene el mira. Alguien necesita decir hoy: “¡No te dejare!”

Así como Rut…el dueño del campo va ordenar que bebas de su agua…que comas en su mesa, y que lleves más trigo a tu casa que el día de ayer. No importa que comiences pequeño…ve detrás los segadores… y tu cosecha va a crecer…va a ver las promesas de Dios comenzar a cumplir en tu vida. Posiciónate en el lugar correcto…en el campo. Posiciónate en oración. Posiciónate en ayuno. Posiciónate ganando almas…ve al campo.

Nuevamente vemos como Rut se posicionó, siguiendo las instrucciones de Noemí, para recibir las promesas de Dios en su vida en la era de Booz. “Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano” (Rut 3:7-9). Alguien tiene que postrarse a los pies de Jesús para ser cubierto con su manto. De la intimidad con Dios se produce el cumplimiento de las promesas de Él.  Si tú comienzas a buscar a Él, las promesas vendrán por añadidura. El avivamiento viene. Las promesas vienen. Alguien necesita decidir: “No te dejaré”.

Rut como fruto de su matrimonio nació el linaje de David. Rut se embarazo con una promesa. ¿Quién se iba imaginar que del pequeño pueblo de Belén iba a nacer Jesucristo nuestro Salvador, el hijo y la raíz de David? “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros” (Efesios 3:20). Dios puede hacer muchos más de lo que tú imagines… ¡pero no dejes la promesa! ¡Alguien necesita hoy embarazarse con una promesa!

Había promesas que eran mucho más grandes que podía imaginar Rut, una moabita, un joven de una tierra lejana y pagana que rehusó soltarse de las promesas de Dios. ¿Cuantas veces uno piensa volver hacia atrás y tirar la toalla? Es tiempo de rehusar volver atrás…estoy creyendo que la promesa viene… no importa como esta la situación. Me voy al campo otra vez. Voy a posicionarme  para recibir las promesas de Dios. 

Eliseo: luchando para el manto profético

La Biblia habla la insistencia de Eliseo para recibir la doble porción del espíritu de Elías. Vemos que anciano profeta le dice a Eliseo: “Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré” (2 Reyes 2:2). Eliseo representa a aquellos que hoy que tienen un anhelo que Dios les use de una manera sobrenatural, representan a aquellos que desean ver milagros, señales y prodigios en su ministerio, son aquellos que no se conforman a los cultos sin un mover de Dios, son aquellos que no se conforman sin almas nuevas siendo llenos del Espíritu Santo.

Aquí la palabra “dejaré” en el hebreo significa  aflojar, soltar, renunciar, permitir (Diccionario Strong en Español). Eliseo estaba diciendo a Elías no voy a aflojar mi postura, no voy a soltarse sin recibir el manto profético, no voy a renunciar mi ministerio, no voy a permitir que yo sea menos de lo que Dios tiene para mi vida.

 Yo declaró que se va levantar ministerios proféticos y ministerios que son usados en los dones de Espíritu que no fueron comunes en nuestro ambiente. Proclamó la promesa de Jesús que dijo: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12). “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas… sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:17).

Habrá una generación que no van a estar satisfecho con lindos cultos y bonitos sermones. Tenemos hambre para ver un movimiento sobrenatural del Espíritu de Dios. Tenemos un deseo que Dios use nuestras vidas. Deseamos ver milagros ocurriendo en la Iglesia, no solo en los cultos, sino en las calles y los barrios de nuestra cuidad. ¡Queremos ver los ciegos ver y los cojos caminar y el evangelio predicado en todo este mundo! Dios quiere que algunos abren su corazón para ser sensibles a Dios en el ministerio profético y los dones de Espíritu.

Y saliendo a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Bet-el, le dijeron: ¿Sabes que Jehová te quitará hoy a tu señor de sobre ti? Y él dijo: Sí, yo lo sé; callad” (2 Reyes 2:3). Siempre habrá esas personas pesimistas que te dirán que no puedes tener el manto. Siempre hay personas que te dirán es imposible, que Dios no puede usarnos de esa manera, que esa clase de avivamiento no existe. Cuando Dios comienza usarte siempre hay personas que van a decir: “¿Quién te crees?”.

Siempre habrá personas que no va a querer creer en tu ministerio. Pero eso no te debe detener. Eso no te debe detener. Busque el manto de la unción de Dios. Ponente a lado del ungido de Dios y no le sueltes hasta que haya una transferencia de la unción de Dios. Aprende ser usado por Dios.

“Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó” (2 Reyes 2:4). Y luego Elías fue al Jordán y nuevamente Eliseo clamó No te dejaré”. (2 Reyes 2:6). Fue por la tenacidad, por la determinación, por el ímpetu, y deseo de Eliseo que le hizo seguir en búsqueda de la doble porción. Los que desean recibir una doble porción están dispuestos hacer lo que otros no están dispuestos hacer, están dispuestos hora de una manera que otros no están dispuesto hacer, están dispuestos a ayunar como otros no están dispuestos hacer…porque no se conforman…no sueltan el manto de la unción fácilmente.

Su clamor es: “¡Dios usa mi vida!”. No importa lo que le digan los demás, hay que creer que hay un Dios que hace lo imposible, que hace milagros, que obra de una manera sobrenatural y puede usar una vida insignificante e inmerecida para que Su nombre sea glorificado.

“Cuando habían pasado el Jordán  “Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.” (2 Reyes 2:9-10). La petición de Eliseo fue algo grande. Es tiempo de pedir a Dios que el use tu vida, que el manto de unción sea sobre ti. Dios te dice: “Pida lo que quieras que haga por ti”. Crea en Dios para algo grande. Crea que Dios va usar tu vida en otra dimensión. ¡No te dejaré! Van suceder milagros, el ministerio profético será soltado, el Espíritu de Dios va derramarse porque alguien ha dicho hoy: “¡No te dejare!

 

 

 

El Autodisciplina es la Clave para el Éxito

Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad. (Proverbios 16:32)

Salomón dice que aquel tiene dominio propio tiene mas fuerzas que la fuerza física. Nosotros logramos muchas cosas a través de tener dominio propio. Mayormente las cosas se derriban por la falta de dominio propio en nosotros u otras personas. 

 El Salmista dijo: “No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, Porque si no, no se acercan a ti” (Salmos 32:9). Lo que esta diciendo es que el caballo o el mulo se tienen que forzar para ser domado con el freno. Nosotros sin embargo necesitamos aprender a controlar a nosotros mismos. Tenemos que hacer más que solamente lo que somos forzados a hacer. Nosotros tenemos que ser autodisciplinados y dirigidos por un propósito. 

 No podemos dirigir a otros si  primero no podemos dirigir a nosotros mismos. Muchas personas tienen muchos deseos, planes y sueños que desean cumplir pero nunca llegan a cumplirlas. Muchas buenas personas tienen buenas intenciones pero no todos logran sus objetivos. La diferencia usualmente entre personas que van más allá de lo normal o lo mediocre es que tienen la disciplina para lograr lo que han planeado hacer. En otras palabras, los que logran cosas significativas son aquellos que están dispuestos a pagar el precio para hacerlo.

El Proceso para Desarrollar Disciplina Personal1

1)      Comience con Usted

Nosotros somos nuestro peor problema. Jack Paar dijo: “Mirando hacia atrás, mi vida parece ser un largo camino de obstáculos, conmigo como el principal obstáculo”. Si queremos cambiar nuestro mundo primero debemos cambiar a nosotros mismos. Tenemos mirar las áreas que nos falta disciplina y esforzarse en mejor estas áreas.

2)      Comience pronto

Tenemos que aprender hacer lo que debemos hacer y en el momento que debe ser hecho sin importar si nos gusta hacerlo o no. Muchas veces no logramos hacer lo que deseamos hacer porque siempre estamos dejando las cosas para más tarde. Tenemos que aprender a hacer las cosas en su momento. Hay momentos que no vamos a querer hacerlo pero es la autodisciplina que nos lleva al éxito.

3)      Comience con poco

 Después de identificar algunas áreas de debilidad en cuanto a la disciplina, haga una lista y haga un plan para  comenzar a trabajar con ellas. Quizás no podemos cambiar todo de una vez pero uno a uno podemos a disciplinarnos a vencer nuestras debilidades. Hable con alguien que es más disciplinado que tú en ese aérea para rendir cuenta a ellos por tu progreso.  Tome tiempo para evaluar como te esta yendo. Si tu pagues el precio vas a ver el resultado.

4)      Comience ahora

Abraham Lincoln dijo: “Me alistaré y tal vez entonces mi oportunidad surja”. El éxito no sucede por accidente. Sucede el éxito porque alguien tomo el tiempo para prepararse. Si queremos ver el triunfo en nuestro vidas tenemos que prepararnos para triunfar. Tienes que comenzar ahora haciendo las pequeñas cosas que te van a llevar a hacer algo grande.

5)      Organice su vida

 Cuando nos organizamos podemos trabajar en forma ordenada y con mucho mayor entendimiento. Debemos tomar el tiempo de estar preparados. Tenemos que tener un plan. Necesitamos planear lo que vamos hacer antes de hacer las cosas. Esto son las cosas que marcan la diferencia. Haga las cosas que tú no quieres hacer y después harás las cosas que todos quieren hacer. Todos quieren el éxito pero no todos quieren pagar el precio.

 Hay una diferencia entre las personas que son movidos por el carácter y los que son movidos por la emoción2:

 Gente Movida por el Carácter                                                  Gente Movida por la Emoción

-Hace lo correcto, después se siente bien                          -Se siente bien, después hace lo correcto

-Le mueve el compromiso                                                     -Le mueve la conveniencia

-Hace decisiones basadas en principios                              -Hace decisiones basadas en lo popular

-La acción controla la actitud                                                -La actitud controla la acción

-Lo cree, luego lo ve                                                                -Lo ve, luego lo cree

-Crea el momento                                                                    -Espera el momento

-Pregunta: ¿Cuáles son mis responsabilidades?                -Pregunta: ¿Cuáles son mis derechos?

-Continua cuando surgen los problemas                             -Se detiene cuando surgen los problemas

-Es constante                                                                             -Es cambiante

-Es líder                                                                                       -Es seguidor

 
Preguntas para pensar:
 
1) ¿Con cuáles áreas debo trabajar para ser más autodisciplinado?

2) ¿Qué clase de persona soy yo? ¿Uno que es movida por la emoción o por el carácter?

3) ¿Qué plan tengo para mejor la disciplina personal?

 Notas

1Los siguientes puntos fueron sacados del libro: Desarrolle el líder que esta en usted, Capitulo 10: Precio del Liderazgo: Autodisciplina. John Maxwell, Grupo Nelson, 2007.
2La siguiente tabla fue sacado del libro: Desarrolle el líder que esta en usted, Capitulo 10: Precio del Liderazgo: Autodisciplina. John Maxwell, Grupo Nelson, 2007.